The Japan Times - Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

EUR -
AED 3.823403
AFN 79.112634
ALL 98.10997
AMD 415.0708
ANG 1.876424
AOA 950.914404
ARS 1090.13111
AUD 1.659265
AWG 1.876324
AZN 1.780543
BAM 1.949902
BBD 2.102152
BDT 126.965967
BGN 1.955843
BHD 0.392336
BIF 3034.387996
BMD 1.040956
BND 1.408845
BOB 7.194067
BRL 6.185046
BSD 1.041156
BTN 90.014168
BWP 14.400374
BYN 3.407211
BYR 20402.746043
BZD 2.091384
CAD 1.498212
CDF 2961.52069
CHF 0.943445
CLF 0.037397
CLP 1031.910761
CNY 7.570149
CNH 7.580276
COP 4435.515352
CRC 523.618731
CUC 1.040956
CUP 27.585345
CVE 110.670924
CZK 25.141905
DJF 184.998195
DKK 7.460743
DOP 63.925349
DZD 140.627973
EGP 52.378434
ERN 15.614346
ETB 131.212813
FJD 2.408562
FKP 0.857318
GBP 0.845132
GEL 2.976774
GGP 0.857318
GHS 15.832297
GIP 0.857318
GMD 75.989901
GNF 9010.518536
GTQ 8.047658
GYD 217.718333
HKD 8.106452
HNL 26.542023
HRK 7.681788
HTG 135.959418
HUF 410.896542
IDR 16942.710963
ILS 3.675877
IMP 0.857318
INR 90.014678
IQD 1363.652924
IRR 43824.26542
ISK 146.118712
JEP 0.857318
JMD 163.365869
JOD 0.738454
JPY 162.744156
KES 134.803819
KGS 91.031653
KHR 4196.095255
KMF 491.962147
KPW 936.860903
KRW 1496.551746
KWD 0.320917
KYD 0.867671
KZT 542.362128
LAK 22692.850134
LBP 93196.569507
LKR 310.911084
LRD 202.934565
LSL 19.247218
LTL 3.073674
LVL 0.629664
LYD 5.11628
MAD 10.40592
MDL 19.417176
MGA 4913.314063
MKD 61.532474
MMK 3380.985882
MNT 3537.170063
MOP 8.351798
MRU 41.513457
MUR 48.352199
MVR 16.041213
MWK 1807.618576
MXN 21.341379
MYR 4.624455
MZN 66.527331
NAD 19.247084
NGN 1620.768943
NIO 38.306805
NOK 11.742457
NPR 144.023067
NZD 1.8376
OMR 0.400687
PAB 1.041156
PEN 3.870797
PGK 4.166168
PHP 60.73249
PKR 290.062382
PLN 4.224599
PYG 8235.091411
QAR 3.79012
RON 4.975877
RSD 117.153392
RUB 103.312946
RWF 1449.011352
SAR 3.903939
SBD 8.821823
SCR 14.836374
SDG 625.615326
SEK 11.461935
SGD 1.410709
SHP 0.857318
SLE 23.62895
SLL 21828.335792
SOS 594.901562
SRD 36.51657
STD 21545.696434
SVC 9.110444
SYP 13534.515498
SZL 19.247678
THB 35.29727
TJS 11.39496
TMT 3.653757
TND 3.326376
TOP 2.438027
TRY 37.109758
TTD 7.072641
TWD 34.026804
TZS 2628.415263
UAH 43.728335
UGX 3831.429522
USD 1.040956
UYU 45.562189
UZS 13537.638308
VES 57.972478
VND 26117.596848
VUV 123.584438
WST 2.915539
XAF 653.982049
XAG 0.033826
XAU 0.000378
XCD 2.813236
XDR 0.802178
XOF 654.229378
XPF 119.331742
YER 259.250465
ZAR 19.26425
ZMK 9369.860898
ZMW 29.021522
ZWL 335.187546
Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir
Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

En medio del frío glacial de las montañas de Afganistán, Mohammad Israr Muradi cava en la áspera tierra en la boca de una mina de esmeralda. Con un colador improvisado y algo de agua, el expolicía rastrea en busca de gemas verdes.

Tamaño del texto:

A su alrededor hay otras decenas de compañeros que buscan la misma recompensa. Las piezas extraídas de las entrañas del valle Mikeni, a unos 130 kilómetros al noreste de Kabul, apenas son más grandes que cacahuetes.

Pero bastante para aliviar la pobreza absoluta de muchos en medio de una catástrofe humanitaria.

"Las esmeraldas que encontramos, las vendemos a 50, 80, 100 o 150 afganis", entre 0,50 y 1,5 dólares, dice Muradi.

No hace tanto, este joven dirigía la unidad antiterrorista de la policía en el vecino distrito de Paryan. Al quedarse sin empleo con la llegada de los talibanes al poder, probó suerte como vendedor de ropa de segunda mano en Kabul.

"No funcionó", dice el hombre de 25 años. Sin otra fuente de ingresos, se vio "obligado" a ir hacia las montañas.

- Un refugio remoto -

Las detonaciones resuenan por todo este valle, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, a medida que equipos de artificieros causan explosiones para abrir las laderas de las montañas.

Los habitantes conocían la existencia de esmeralda en esta provincia de Panshir desde hace miles de años.

Pero la extracción sistemática no empezó hasta la década de 1970 y sigue siendo mayoritariamente artesanal. Las esmeraldas encontradas aquí se comparan con las de Colombia, las más apreciadas del planeta.

Cada hueco es propiedad de varias decenas de socios y lo trabaja un equipo de unos diez mineros, cavando túneles de hasta 500 metros de longitud.

Pero los recién llegados quedan relegados al trabajo menos agradecido, tedioso y peor pagado en las entradas de las minas, donde llegan carreteras desvencijadas llenas de escombros.

Es un enorme paso atrás para Gulabuddin Mohammadi, de 27 años, que antes ganaba 35.000 afganis (340 dólars) mensuales en el ahora desaparecido ejército del gobierno prooccidental.

Para llegar a las minas desde el fondo del valle hay que andar dos horas por precarias sendas heladas hasta una aldea de refugios de adobe, abastecida por convoyes de asnos.

Pero su remota ubicación forma parte del atractivo para Mohammadi, un veterano de las fuerzas armadas que buscaba un santuario tras la derrota de su bando frente a los talibanes.

Muchos antiguos soldados y agentes de policía acudieron a estas montañas para tratar de sobrevivir y escapar a potenciales represalias por sus pasados cargos en el gobierno derrocado.

Los talibanes proclamaron públicamente una amnistía, pero grupos de defensa de derechos humanos aseguran que más de 100 personas han sido ejecutadas o han desaparecido.

Pero hasta ahora, la mayor injusticia para Mohammadi es la miseria de este campo.

"Somos tratados como ganado", protesta. "No tenemos un lugar de verdad para vivir, estamos en tiendas. No tenemos agua, ni fuego, ni clínica si enfermamos", continúa.

Pero la hundida economía afgana no le deja muchas opciones para alimentar a los 25 miembros de su familia.

Desde la caótica retirada, los países occidentales han congelado la ayuda internacional y miles de millones de activos afganos en el exterior.

- Regreso a Kabul -

El montañoso Panshir ha sido históricamente un nido de resistencia contra las fuerzas exteriores.

Los muyahidines antisoviéticos es congregaron aquí en los 1980. Y los rebeldes antitalibanes se movían entre sus cretas durante el primer régimen de los fundamentalistas entre 1996 y 2001.

Esta vez, el valle Mikeni no ha escapado a las garras de los talibanes.

La provincia fue la última en caer en septiembre, pero cuando los combatientes islamistas llegaron hubo poca resistencia.

Los nuevos dirigentes subieron hasta las minas días después, recuerda Mohammad Riyah Nizami, antiguo oficial de policía en Kabul que ya trabajaba allí.

Examinaron las manos de los hombres para identificar a los recién llegados por la escasa rugosidad de la piel y detuvieron a unos 20 que posteriormente fueron liberados.

"Nadie les dijo que éramos de la policía, el ejército o los servicios de seguridad", dice Nizami.

Los talibanes buscaban a guerrilleros que se estuvieran movilizando contra el nuevo gobierno.

Nizami se considera afortunado hasta ahora. Su trabajo, garantizado por un amigo, consiste en empujar un carro entre los túneles por un salario diario de casi 4 dólares.

Ahora está de vuelta a Kabul a petición de oficiales talibanes que quieren aprovechar sus habilidades informáticas.

Muradi está listo para hacer lo mismo. Los talibanes quieren reconstruir el ejército y la policía de Afganistán.

Durante años, su trabajo fue perseguir a los nuevos jefes del país. Ahora, asegura, "si me llaman para volver a trabajar, iré".

K.Yamaguchi--JT