Con Trump, médicos y científicos se dividen entre "el pánico y la incertidumbre"
Datos epidemiológicos inaccesibles, recomendaciones médicas desaparecidas, casos de tuberculosis que pasan desapercibidos: con el republicano Donald Trump nuevamente en la Casa Blanca, los médicos e investigadores estadounidenses se hallan en terreno desconocido.
"Esto no tiene precedentes", declaró a la AFP Natalie DiCenzo, ginecóloga y miembro de la asociación de profesionales de la salud Physicians for Reproductive Health, refiriéndose al "pánico y la incertidumbre" que reina "entre la comunidad médica y científica" con la nueva situación.
Al igual que ella, muchos trabajadores del sector expresan su preocupación luego de que la nueva administración suspendiera las comunicaciones de las agencias de salud federales y comenzara a remodelar sus sitios web.
Por ejemplo, en la página de la agencia federal Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), un aviso indica que las páginas están "siendo modificadas para cumplir con los decretos del presidente Trump", particularmente aquellas ligadas a políticas de diversidad.
En los últimos días han desaparecido diversas bases de datos que abarcan desde casos de Covid-19 prolongado hasta casos de depresión, así como material sobre sesgos racistas en medicina o incluso menciones al "género".
"Lo que más me intrigó fue la eliminación de las directrices sobre infecciones de transmisión sexual", dijo DiCenzo. "Realmente no veo qué hay de radicalmente izquierdista en el tratamiento de la gonorrea", resaltó irónicamente.
Algunas páginas, en particular sobre la gripe aviar, han reaparecido tras una breve ausencia, mientras que una aplicación dirigida al personal sanitario desapareció de las plataformas de descarga, provocando gran confusión.
- Tuberculosis y gripe aviar -
A la cabeza de las preocupaciones: la falta de transparencia sobre qué información se elimina o modifica y el cierre de importantes comunicaciones externas.
Jennifer Nuzzo, profesora de epidemiología en la Universidad de Brown, está preocupada por los cambios realizados "no por científicos, sino por políticos", los cuales "socavan las políticas de salud pública".
"El congelamiento de las comunicaciones ha impedido al CDC mantener informados a los funcionarios sanitarios locales sobre cuestiones como la gripe aviar, que ya ha matado a una persona en Estados Unidos" y está circulando ampliamente entre las aves de corral y el ganado, explicó a la AFP.
Lo mismo ocurre con "una de las mayores epidemias de tuberculosis en la historia moderna del país", que actualmente se concentra en el estado de Kansas. Estos casos deberían haber sido objeto de informes epidemiológicos de los CDC, insistió.
Desde la asunción de Trump el 20 de enero, la publicación de estos documentos de referencia, que se difunden cada semana desde hace más de 60 años, se ha interrumpido. Y cuanto más tiempo pasa, más crece la incertidumbre, resaltó Nuzzo.
"Me pregunto si podemos confiar en los datos (reportados por los CDC) o si las cosas se ocultarán por alguna razón", afirmó de su lado Rebecca Christofferson, investigadora de la Universidad Estatal de Luisiana.
- "A mano" -
Ante esta situación sin precedentes, la comunidad científica comenzó a movilizarse para encontrar soluciones.
Caitlin Rivers, investigadora de la prestigiosa Universidad Johns Hopkins, afirmó que estuvo "recopilando datos a mano" durante dos semanas para garantizar un seguimiento continuo de la circulación de la gripe aviar.
En cuanto a la información que desapareció de los sitios oficiales, varias personas, entre ellas Jessica Valenti, activista feminista y creadora de un boletín dedicado a los derechos reproductivos, se comprometieron a archivar bases de datos y páginas del sitio de los CDC antes de que fueran eliminadas.
"La esperanza es convertirlo en un recurso para la gente que lo necesita", dijo a la AFP.
"En este momento, no podemos confiar en que estas instituciones nos salven. Creo que los investigadores y profesionales de la salud deberían inspirarse colectivamente en los activistas", remarca DiCenzo, refiriéndose al trabajo que llevan realizando durante décadas organizaciones de defensa del aborto y de los derechos de la comunidad LGBT+.
Entre las prioridades a defender: la de seguir tratando a todos "por igual", en un momento en que la administración Trump ataca especialmente a las personas transgénero y no binarias, así como a los derechos reproductivos.
Pero según DiCenzo, "en la comunidad científica y académica somos inteligentes y encontraremos otras formas de hacer circular la información si es necesario".
T.Ikeda--JT